EL SALTO DE LA NOVIA​

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El salto de la novia, esa cascada...
que vierte su espuma en el Palancia,
y famosa por una leyenda contada...
que acabó en una triste circunstancia.

Antaño en Navajas, había una costumbre,
una prueba que los novios antes de casar...
tenían que realizar frente a la muchedumbre,
y era que a la casada, tenían que saltar.

Si en el salto cruzaban la torrentera...
tendrían fertilidad en su matrimonio,
y una vida muy feliz y placentera...
y si no, tal vez les persiguiera el demonio.

Así que, si en el rito los novios fracasaban,
los proyectos de futuro se rompían...
y los dos por precaución se separaban...
de esos lazos de amor que los unían.

Dos enamorados del pueblo no creían,
en ese rito, en el cual, la cascada bendecía,
y a pesar de todo, ellos lo intentarían...
pero por desgracia, eligieron un mal día.

La fatalidad fue, que ese día sus aguas,
rugían en la cascada y de rojo teñían...
casi desbordaban, feroces y bravas...
seguro, los dos jóvenes algo temerían.

Y ella nerviosa, saltó en la estrechez,
resbaló y la corriente le arrastró...
el joven tras ella, se lanzó a la vez,
la fuerza del agua a los dos envolvió.

Los dos perecieron en la turbulencia,
las gentes de Navajas nunca les olvidaron,
jamás se hizo ese rito por la consecuencia...
la estrechez de la cascada, la dinamitaron.

Según dicen, en las noches de luna llena,
aún oyen sus gritos, la cascada gime...
la blanca torrentera en lamentos resuena,
esos argumentos, la leyenda esgrime.

Quienes visitéis ese paraje del Palancia,
como un velo de novia, veréis la cascada,
llora en su murmullo, por esa desgracia...
y con estas rimas, se queda versada.